El Gobierno pretende iniciar las exhumaciones en el Valle de los Caídos tras el levantamiento de la suspensión cautelar.
Uno de los problemas del Sanchismo, si no el más importante, es la lucha contra el Franquismo. No entiendo muy bien el por qué de la fijación de Sánchez contra el franquismo.
Un asunto que se cerró en 1977 y que estaba superado por la mayoría de los españoles. Que Sánchez, junto con su antecesor Zapatero, estén empeñados en darle vueltas y vueltas hasta convertirlo en bandera de sus políticas, sólo puede resultar nefasto para sus propósitos al frente del Gobierno.
Desde 1977 la gran mayoría de los españoles entendimos que el triste pasado de la guerra civil era un tema del que había que pasar página. Que las fuerzas democráticas españolas, de la transición, habían dado un paso en firme para que, cerradas las heridas, construyamos el futuro. Pero no. El Sr. Zapatero, primero y después el funesto Sánchez, se empeñaron en resucitar unos fantasmas con la intención, supongo, de cambiar la historia. O lo que es peor reescribir la historia desde sus intereses.
Esta obsesión de Sánchez por denigrar todo lo relativo a Franco, y al franquismo, le va a costar su carrera política. Seguir con las exhumaciones del Valle de los Caídos no tiene ningún sentido, ni siquiera para los que pudiéramos tener algún familiar entre los cadáveres. Ese monumento, junto con otros muchos, forman parte de nuestro pasado. Nos guste, o no nos guste, deben servir para no volver a cometer los mismos errores.
Esto, según parece, no es suficiente para el Sr. Sánchez. Que, o no conoce la história, o piensa que el resto de los españoles somos tontos y vamos a quedarnos con la versión resentida que nos quiere imponer. No, Sr. Sánchez, por ahí no va a llegar a ninguna parte. Hasta sus más fieles seguidores están cansados de sus absurdas pretensiones. Déjese de enredar y dediquese a gobernar. Si es que sabe.
Sería paradójico que su bandera anti franquista sea la que le va a mandar a Vd. al paro político, por su necedad y su soberbia.