Mi AntiMadridismo

De un tiempo a esta parte, cuando hablo de fútbol con algunos amigos, mejor dicho, cuando hablo del Real Madrid, terminan diciendome que soy antimadridista.

Reconozco que soy crítico con todo lo que me rodea. No es una cuestión del madridismo. En general, discuto y crítico todo aquello en lo que encuentro razones para ello.

Vaya por delante que soy seguidor del Atlético de Madrid. Pero hoy toca hablar de mi «antimadridismo». Algún día escribiré sobre mi visión de los asuntos del Atleti.

Mi antimadridismo, si es que hay algo de eso, radica en que estoy cansado de soportar comportamientos prepotentes y despreciativos hacia lo que no sea decir que guapos son.

A mi no me molesta lo de las catorce Copas de Europa y los incontables trofeos alcanzados por los merengues. Es más, confieso que disfruté con los conseguidos por Di-Stefano, Amancio, etc. etc.

Lo que me fomenta ese estado crítico es la ausencia de voluntad, de algunos madridistas, para reconocer que hay cosas que no se hacen bien, como en todas partes.

Reconozco que eso es lo que me calienta un poco.

Especialmente cuando su argumentación gira, exclusivamente, en base a la grandiosidad del Real Madrid. Como si el Real Madrid, al igual que cualquier hijo de vecino, no se equivocara nunca.

Uno de los motivos de mi reciente «antimadridismo», está relacionado con el asunto de Mbappe.

Que a día de hoy, un sector del madridismo, siga sin reconocer la equivocación de su presidente en el asunto Mbappe, me parece sintomático. Y que el error de Florentino, como presidente del Real Madrid, quieran taparlo con su méritos como gestor de ACS, me parece mas de lo mismo.

Acaso lo de Mbappe no es un fallo imperdonable de un presidente que se durmió en su confianza? Es difícil entender que a Florentino le hayan metido un gol como éste, con su curriculum como gestor empresarial.

Pero el orgullo madridista se niega a reconocer la realidad de los hechos y es que Mbappe no está en el Real Madrid, cuando todos, incluida la prensa madridista, lo daban por hecho.

A Florentino y al Madrid, al margen de los éxitos, hay que apuntarle, y reconocer, sus fracasos. Yo le he oído decir a Florentino Pérez que el Real Madrid estaba en bancarrota cuando anunció lo de la Superliga en el Chiringuito. Mintió, o no sabe que significa bancarrota? Bueno, pues ahora, resulta que el Real Madrid es el equipo con la valoración financiera más alta del mundo.

Este tipo de cosas son con las que no trago. Acepto los errores, o equivocaciones, en cualquier parte, y en la mia, mucho mas, pero lo que no soporto es que, cuando ocurren estos acontecimientos, no sólo no se haga la mínima crítica sino que se pretende defender, con ardor, lo que a todas luces no es un éxito.

Ese es mi antimadridismo. No contra el Club, ni contra el equipo. Es contra esos madridistas que apestan a forofismo. Que piensan que solo existen sus colores.

Yo estoy convencido de que si no existiera esa actitud de superioridad de ciertos aficionados madridistas, no se hablaría de antimadridismo. Aquí no podemos dudar de qué es primero, si el huevo o la gallina. Primero es el madridismo y luego el antimadridismo.

Del equipo, poco se puede discutir. Es el club más laureado del mundo. Unas veces juega bien y otras no tanto, pero su mayor virtud es que siempre gana.

Pero de ese orgullo de pertenencia al mejor equipo del mundo no puede derivarse la ceguera de pensar que el Madrid todo lo hace bien.

Hala Madrid.

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