Llevaba varias días tentado por leer el articulo que Itxu Diaz ha publicado en Libertad Digital, titulado «Gracias Franco». Me he resistido pensando en que el articulo podía ser uno mas que pastelearía con la historia y más concretamente, con la mas reciente.
Sin embargo, cuando he vencido mi reticencia a leerle, me he dado cuenta que es un artículo que merece su lectura. Como dice el autor, el artículo se queda corto resaltando las diferencias entre el legado de Franco y el desastre socialista.
El autor dice verdades como puños. Incuestionables para los que hemos vivido esos años. De cómo comenzó la guerra, de cómo ha sido el Régimen Franquista y de cómo lo quiere tratar el PSOE.
En este montaje de la Memoria Histórica aparecen dos personajes: Zapatero y Sánchez que se creen capaces de pervertir la Historia, o en el peor de los casos, pretenden tomarnos por tontos.
Zapatero, el de la ceja, el de Venezuela, el del acuerdo con ETA, es el socialista más dañino para España de cuantos han dirigido al PSOE. Le sigue, el acosado por la justicia, Sánchez, que a caballo de la inercia del anterior y borracho de avaricia y maldad, pretende cambiar la CE, para convertir a España en un estado Federal.
Parecen ignorar que ese propósito ya ha fracasado en la Historia de España. No una, sino en dos ocasiones. Casualmente, en la I y en la II República. Pero no se resignan a aceptar lo que la inmensa mayoría de los españoles hemos decidido. Dá la sensación de que lo suyo es de tontos, por mucho respaldo que tengan de los partidos sanguijuela que le apoyan en el Gobierno, o en el Parlamento.
Lo vamos a ver a partir de ahora. La celebración de los 50 años de la muerte de Franco se les va a volver en contra. Necesariamente vendrán a nuestras memorias las notables diferencias, que ellos pretenden demonizar y que no soportan su comparación con la realidad histórica. Están trayendo a nuestra memoria los ecos de su fracaso. Esto se va a volver en su contra.
Por mucho que nos quieran meter en la cabeza sus criticas a Franco, un buen número de españoles, hemos vivido esa época y tenemos claro lo que nos quieren ocultar.
La historia no es manipulable, por mucho que Zapatero y Sánchez traten de vendernos la que ellos quieren. La historia es aplastante, porque es, lo que es, y el tiempo, se encarga de poner las cosas en su sitio. Y el PSOE es, y ha sido, salvo escasas ocasiones, una continua frustración de sus planteamientos.
Y uno de los problemas de los simpatizantes socialistas es que no quieren conocer la verdad de la historía, se conforman con creerse lo que les cuentan los Zapateros y Sánchez de turno, sin preocuparse de leer y conocer la verdad. En esta ocasión, se quedan en la leyenda negra del franquismo.
El PSOE debería medir bien sus celebraciones. Con una sociedad harta de mentiras históricas, el año 2025 puede ser el «annus horribilis «.
Espero que después de 4 o 5 manifestaciones, o folclores, celebrando la muerte de Franco, con las que pretenden desviar la atención sobre su corrupción de partido y familiar, los socialistas cambien el paso y cancelen todos sus fastos. Sería un esperpento que Franco, al igual que El Cid Campeador, les ganará otra batalla después de muerto.
Se pueden enfrentar a una nueva derrota, en esta ocasión por fuego amigo, sin disparar un tiro, sin muertos, pero con muchos heridos que es como quedaran los socialistas fracasados que terminaran por reconocer las mentiras y los errores de PSOE y abandonaran su causa.
Como digo este año 2025 puede ser negativo para los intereses socialistas, por la tozudez de sus dirigentes en cambiar la Historia de España. Por querer demonizar un pasado, que permitió a España recuperar su posición internacional; con sus sombras, pero con enormes luces, y que a los socialistas les pesa como una losa. Especialmente cuando comprueban que sus consignas que se nos antojaban ideales, no prevalezcan sobre un régimen autoritario como el de Franco.
Te recomiendo la lectura del artículo de Itxu Diaz en Libertad Digital
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Cuando una militancia socialista completamente idiotizada le compró a Zapatero la bobada de ganar la guerra perdida, supimos que no se podía contar nunca más con ese partido y sus votantes.