El cambio climático

Hace tiempo que tuve entre mis preferencias el seguimiento de las noticias que abordan el cambio climático.

Después de leer algún libro que otro y de seguir las conclusiones de un par de Cumbres mundiales sobre el tema, no encontré ninguna justificación en los planteamientos, sobre el fatalismo del cambio climático, por lo que, poco a poco, me fui desinflando sobre el tema y, ahora, rara vez hago seguimiento de alguna de las noticias relacionadas con el mismo.

Una de estas ocasiones me ha surgido con el desayuno que ha organizado Libertad Digital con María Teresa Estevan Bolea, Pedro Mielgo y Manuel Fernández Ordoñez.

María Teresa Estevan Bolea es premio mundial de ingeniería (equivalente al Premio Nobel de Ingeniería), Pedro Mielgo presidente de NGC Partners y expresidente de REE y Manuel Fernández Ordóñez, divulgador en cuestiones energéticas. En el evento organizado por Libertad Digital han analizado el origen del problema energético que atraviesa Europa y, especialmente, nuestro país, para buscar soluciones que permitan salir de la espiral alcista en los precios y los problemas de suministro que podemos llegar a sufrir.

Sus conclusiones, al respecto del problema energético, no parecen nada optimistas. Todo lo contrario, pues el problema más allá de haber terminado continuará en los próximos tres a cinco años.

Aprovechando el tema de los precios de la energía han debatido sobre los grandes disparates de la lucha contra el cambio climático.

Para María Teresa Estevan Bolea «el gran drama del mundo es el disparate del cambio climático«. Bolea, una de las profesionales más laureadas de su sector y tras haber ocupado puestos de tanta responsabilidad como la presidencia del Consejo de Seguridad Nuclear, la Comisión Nacional de la Energía, el Consejo Superior de Industria y Energía, además de decana del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, aprovechó el desayuno organizado por Libertad Digital para hacer un extenso análisis de los errores de bulto cometidos en la famosa lucha mundial contra el cambio climático.

El primero de estos disparates es de concepto: «Siempre hemos tenido cambio climático, desde que el planeta Tierra existe, hemos tenido periodos cálidos y glaciaciones y ahora atravesamos un periodo en el que se produce un pequeño calentamiento, pero muy leve», señalaba. Por este motivo, añadía Bolea, pensar que el hombre tiene capacidad de influencia sobre la evolución climática de la Tierra es ingenuo y, a la vez, desastroso.

Sobre el famoso efecto invernadero, recordaba Bolea que «bendito sea el efecto invernadero» que permite que haya CO2 para las plantas y que evita que nos congelemos con las temperaturas que tendríamos en caso de que no tuviéramos ese efecto.

Estos datos sólo abonan una verdad incómoda: que ante la falacia de la lucha contra el cambio climático se están tomando una serie de medidas tendentes a la descarbonización que han provocado ineficiencias en el mix de generación en lugares como Europa que hacen que tengamos mayores dificultades para tener un suministro energético seguro, abundante y barato.

Uno de esos disparates políticos son los impuestos al CO2, los famosos derechos de emisión, que se han disparado por 10 en los últimos cinco años y que engordan la factura que pagamos los ciudadanos por nuestros consumos energéticos para que los diferentes gobiernos engorden su recaudación.

Lo comentado por María Teresa Estevan encaja con la idea que tengo yo sobre el tema. Como bien dice «desde que el planeta Tierra existe, hemos tenido periodos cálidos y glaciaciones y ahora atravesamos un periodo en el que se produce un pequeño calentamiento, pero muy leve«.

No veo razones para que esta generación que estamos viviendo sea el ombligo del Universo y alardee de que estamos cambiando el planeta. Me parece tan ilusorio y tan falto de razones, que los montajes del movimiento sobre el cambio climático, obedecen más a ciertos intereses políticos que a razones cientificas.

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