El cúmulo de noticias y acontecimientos que estamos viviendo en España me lleva a una conclusión: Sanchez debe abandonar la Moncloa.
No creo que, por muy extensa, que fuera mi descripción de la situación que estamos viviendo en España fuera capaz de aportan algo, que el común de los mortales no tenga claro.
Por eso no voy a incidir en ello.
Mi duda, o mi preocupación, está centrada en cómo salimos de aquí. El Gobierno ya ha consumido todo el crédito que suele tener la izquierda en el gobierno. Ha traspasado todas las lineas rojas, de trazo grueso, que limitaban, su programa electoral, sus principios y la Constitución Española, pero ahí sigue, demostrando que su incapacidad no tiene limites.
Conozco la frustración de alguno de los votantes de izquierda. La mayoría reconocen, al menos en privado, lo equivocado que es poner en manos de gente sin escrúpulos, sin conocimientos y poco fiables, el poder de la gobernanza.
Pero la cuestión, ahora, ya no es echar la vista atrás y analizar por qué Pedro Sánchez está en la Moncloa. Lo importante, y necesario, es cómo salir de la situación en la que nos encontramos ¿ qué podemos hacer los españoles para revertir la situación?
Aquí nos encontramos con un deficit de nuestra forma de gobierno. En una República, el Presidente de la República, podría cesar al presidente del Gobierno y encargar, a otra persona, la formación de un nuevo gabinete. En nuestra actual Monarquía, ésta función está vetada al Rey, por lo que no hay mas remedio que acudir a nuevos comicios cuando presidente del gobierno, en este caso, el causante del desaguisado, se sienta acorralado y convoque elecciones. Por tanto desde el constitucionalismo, no cabe otra alternativa.
Otra posibilidad, la que suele utilizar la izquierda, es generar un movimiento callejero, con agitación popular, que provoque una situación insostenible para el Gobierno y le obligue a dimitir o convocar elecciones.
Si el gobierno fuera de un partido de centro o de derechas, ese sería el instrumento de la izquierda, pero en esta ocasión… ajo, agua y democracia.