He seleccionado esta fotografía, publicada por Libertad Digital, porque no he encontrado otra que evidencie la ausencia del Presidente del Gobierno español, en la final de la Copa del Rey, celebrada en Sevilla.
La ausencia de Sánchez en la Copa del Rey demuestra lo poco que le importamos los españoles y lo mucho que le extorsionan sus socios de gobierno. Al margen, de su, cada vez más deteriorado, respeto por la CE.
El partido se jugó un sábado a las diez de la noche, por lo que difícilmente podía existir un conflicto con la agenda presidencial, máxime, encontrándose en España, como era el caso y conociendo con bastante antelación la fecha de su celebración. Hay que recordar que Sánchez utiliza el Phanton, cuando le apetece acudir a algún concierto, o desplazarse a una fiesta del PSOE, por lo que problema para el desplazamiento, tampoco parece ser la excusa de Moncloa.
La cuestión es bien clara. Sánchez no ejerce de Presidente de todos los españoles. Circunstancia que, su ex-vicepresidenta, Carmen Calvo, podría aclararnos si la postura es anticonstitucional, o no.
No es la primera vez, ni será la última, que Sánchez rechaza aparecer con el Rey en algún acto publico. Evitó la presencia del Rey, en Barcelona, para la entrega de despachos de la judicatura. Rechazó un detalle de cortesía de Felipe VI, en Alcalá de Henares, al rehuir el ofrecimiento del paraguas. Ha dado la espantada en la final de la Copa del Rey en Sevilla.
Creo que son demasiadas casualidades, como para no sospechar de que su comportamiento obedece a concesiones a ERC y a Podemos. Que, por lo que se ve, le tienen vetada la comparecencia con el Rey. Sánchez, como Presidente del Gobierno de España, tiene que respetar la CE, y las instituciones, aunque no sean de su agrado. Por eso, aunque sus socios le aprieten las clavijas, debe respetar al Rey, y darse cuenta que estas «concesiones» van mas allá de un simple gesto a los republicanos.
Lo de Sevilla le pasará factura, pues el asunto va mas allá del acto protocolario. Es una demostración de lo esclavo que le mantienen sus acuerdos para mantenerse al frente del Gobierno. Es un desprecio a Andalucía, a un buen número de deportistas y a muchos españoles, que consideran este comportamiento inadmisible, del Presidente del Gobierno de España.
Ya sabe, si no le gusta esto, que cierre la puerta al salir.