
Creo que la respuesta del Gobierno acerca de la situación del Fiscal General del Estado denota el grado de crispación en la que se encuentra el Presidente.
Por mucho que se intente encontrar las razones del apoyo del gobierno al FGE no será fácil llegar a una conclusión razonable que no sea la huida para adelante del Presidente el Gobierno.
Todas las conjeturas apuntan a que Pedro Sánchez piensa que, entre Garcia Ortiz y Púmpido, van a salvarle de la tremenda situación delictiva que le rodea y, que probablemente, le acosa.
Si así fuera, Si Sánchez se viera sometido a los designios de la Justicia, como parece, y si Sánchez continuara aferrándose al único palo de salvación que le brindan el FGE y el Presidente del TC, muchos de los españoles nos llevariamos una enorme decepción al comprobar lo corto de miras que resulta ser el Presidente.
Sánchez tiene que dar un paso al frente. Es decir, tiene que dejar de mirarse en el espejo y revisar, si no lo ha hecho hasta ahora, la situación en la que se encuentran él y España y salirse de esa terrible encrucijada que es el adonismo.
Perseverar esperando que la Justicia no sea capaz de llevarle al estrado después de lo que estamos viendo es casi una actitud suicida. Cuanto mas se empeñe en atacar a jueces y tratar de convencernos de que todo es una confabulación, peor será para él, pues parece inevitable que acabará ante el Tribunal Supremo.
Púmpido, que es mas malo que listo, a juzgar por su trayectoria profesional, ya está haciendo las maletas para abandonar el barco. Ve venir que su proyecto, y el de Pedro Sánchez, se diluirán de la mano de los incesantes acceso de los jueces españoles a los tribunales europeos. Seguro que quiere rentabilizar sus servicios consiguiendo algún nombramiento de esos que guardan los gobiernos para agradecer los servicios prestados a los dóciles y apesebrados.
García Ortiz es mas bruto. O al menos piensa que puede ser mas resistente. Caerá antes que Pumpido y su futuro tienes mas nubarrones que claros.
Como el tiempo es el mejor coadyuvante de la razón, estamos comprobando como la «listeza» del Presidente del Gobierno se está quedando en un suspenso irrecuperable.
Lo de Cataluña no lo va a poder resolver, porque no tiene solución. Por mucho que se empeñen los descerebrados representantes de determinados partidos políticos catalanes en hacernos ver que Cataluña es una nación, no lo es, y no lo será. Aquí si que Sánchez está demostrando su cualidad de trilero. Los tiene engañados mientras le sujeten en la Presidencia del Gobierno, y al final, esperanza.
Pero esta maniobra que podría catalogarle de astuto, que podría servirle para aprobar alguna asignatura. No es suficiente para pasar de curso. Hay mas asignaturas que aprobar y en estas raspa el insuficiente, cuando no el suspenso: economía, empleo, política exterior, estrategia internacional, relaciones con la UE y con EEUU, intervencionismo, Marruecos, El Sahara, Israel. Como digo son muchos los temas en los que suspende, por eso se le complica mucho mas su futuro. No tiene con qué compensar sus enormes errores.
Para mi, siendo importantes y trascendentes estos desvaríos que tiene en política, lo mas preocupante, con bastante distancia, es su posición ante la Constitución Española y sus relaciones con el PP, como partido de la oposición.
Eso me parece de tal gravedad que, desde mi punto de vista, inhabilita a cualquier persona que quiera ser presidente del gobierno. No se puede ir contra tu país, pasándote la CE por la entrepierna, ni pretender eliminar al grupo político, con capacidad de gobernar, que aglutina a mas de nueve millones de españoles.
Si además piensa que el cuento del cambio climático es el origen de la Dana o de los incendios actuales y trata de convencernos de que ahí está el origen de los males de España, el asunto pinta bastante peor. No sólo de que está fuera de sí, cosa que cada vez veo mas claro, sino que cree que los españoles somos tontos. Y eso, ni siquiera los socialistas se lo admiten.