Sánchez invita a el Rey a que salga al ruedo

Las primeras reacciones sobre el discurso del Rey han llenado las páginas de los periódicos y las mesas de Navidad con un cierto grado de satisfacción por el contenido del discurso. Pero cuidado que la escenificación es todo una trampa del Presidente del Gobierno a la Monarquía.

El artículo 64 de la CE aclara que los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno. El mismo artículo, en su punto 2. concreta que de los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.

Por tanto el discurso del Rey del día de Navidad ha sido revisado por el Presidente del Gobierno con anterioridad a que el Rey se pusiera delante de las cámaras de TV.

Siendo así, ¿cómo es posible que el Gobierno autorice al Rey a manifestar, públicamente, su crítica a la gestión gubernamental? Sencillamente, es una utilización maniquea de Sánchez de la figura del Rey, invitándole a que salga de la Zarzuela y se sitúe en el ruedo público de los desafíos.

Sánchez pretende que el Rey tome partido, comente, salga de esa situación de neutralidad institucional, para llevarle al cuerpo a cuerpo, sabedor de que en ese terreno tiene todas las de ganar.

Pedro Sánchez conoce que un buen número de españoles, no se sienten conformes con la Monarquía. No porque no reconozcan las virtudes de Rey actual, sino porque el hecho de que la Monarquía sea hereditaria, les produce urticaria. Por eso Sánchez pretende crear la disyuntiva con el Rey, para dividir más a la población, y que los republicanos le reporten un buen puñado de votos en las próximas elecciones. Esos votos que está perdiendo por su mala gestión al frente del ejecutivo.

Las primeras reacciones socialista ya han iniciado el camino de su enfrentamiento argumentando la falta de legitimidad del Rey para entrar en esos temas.

En los próximos días veremos como se incrementan los ataques a la Monarquía, y como lo de la inauguración del AVE a Murcia no fue una casualidad, sino que forma parte de la estrategia de Sánchez de cara a las próximas elecciones. Sánchez, sin entrar en discursos explicativos, seguirá con su estrategia de actos de provocación hacia la Corona.

Por tanto, ojo al parche. No encuentro ninguna razón para que Sánchez haya autorizado el discurso del Rey, en los términos en que se ha producido, sino es porque existe alguna razón estratégica detrás. No creo que Sánchez quiera darse un tiro en el pie y acepte, de buena gana , que el Rey salga el dia de Navidad, con una audiencia de más de 7,5 millones de españoles delante de la pantalla, a criticar el deterioro de las Instituciones y la división de la sociedad.

Hay que leer, o escuchar, dos veces el discurso para darnos cuenta de que lo que dice el Rey sirve para el argumentario de Sánchez. Que la sociedad está dividida. Eso es lo que Sánchez ha obligado decir al Rey, pero las razones de por qué está dividida no son las que muchos hemos querido ver en el discurso. Según repetirá, una y mil veces, Pedro Sánchez, son debidas a la actitud antidemocrática del PP, que justifican sus decisiones para desbloquear las instituciones. O sea, al revés de lo que parece.

Para mi es un paso más en la estrategia de ataque a la integridad de España, por parte de Sánchez.

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