Mercedes González, Delegada del Gobierno de Madrid dice que «siente en el alma» lo que se vio en Chueca y no asume ninguna responsabilidad.
Si no es responsabilidad de la Delegada del Gobierno que se controlen manifestaciones de este tipo, ¿de quien será la responsabilidad?
Aclara la Delegada el Gobierno que para reunirse, o manifestarse, en lugares de tránsito público, basta con la comunicación previa a la autoridad, no siendo necesaria la autorización de la misma para llevarla a cabo. Y, también, se refiere, la señora Delegada del Gobierno, a lo que establece la CE, en su artículo 21.2 donde se aclara que la autoridad «solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público».
Hasta ahí el comportamiento de la señora Delegada intachable. Pero la delegada del gobierno, además de cumplir con la CE, debe mostrar el celo, que se espera, del ejercicio de tan relevante ca
rgo. No es aceptable la excusa de que le han engañado. Salvo que a continuación vaya su dimisión, por incompetente.
Si un puñado de manifestantes es capaz de engañar a toda la delegación del gobierno de Madrid habrá que preguntarse en qué manos estamos. No vale con sentirlo en el alma, señora Delegada.
Los manifestantes la engañaron porque Vd. se dejó. Utilizaron el argumento de que era una protesta sobre la Agenda 2030 y Vd. cayó en la trampa. Estoy seguro que si la dicen que es una protesta contra la LGTB, Vd. hubiera estado más preocupada por encontrar razones para controlarla.
Ahora dice que espera una investigación policial para ver si se aprecia delito de odio. Además, dice, que la Delegación iniciará las sanciones administrativas que correspondan ante «el engaño» de esa asociación. No señora Delegada, no basta con que diga que:»Tenemos todas las armas jurídicas en nuestras manos para que cualquier que quiera engañar a la Delegación sepa que la va a tener enfrente». También tiene a su alcance a la policía para evitar que se produzcan estos lamentables acontecimientos.
Me parece muy bien que se sancione a los autores del posible engaño. Pero estaría perfecto si la Delegada del Gobierno, dimitiera por inútil.